Gente a contracorriente. Manu San Félix: como pez en el agua

“De que lo hagamos bien o mal en los próximos 20 años dependerá el futuro del hombre y de muchísimas especies” Manu San Félix. (Madrid, 1964).

Lleva 40 años buceando y miles de inmersiones en sus aletas. Su nombre va unido a la posidonia, planta acuática endémica del Mediterráneo que está decidido a proteger. Para constatar su pasión por el océano solo en necesario entrar en su Instagram @manusanfelix donde inmortaliza lo que los mortales deberíamos proteger. Hoy, día Mundial de los océanos queremos que conozcas a este biólogo, fotógrafo de National Geographic donde dice vivir un sueño, porque se siente cómodo e identificado con el espíritu, compromiso y objetivos de la prestigiosa revista. También Forma parte del equipo de Pristine Seas, un proyecto dedicado a proteger el 80% del océano que tenemos actualmente en el planeta.

¿Cuándo te convertiste en anfibio?

Con 19 años hice mi primer curso de buceo. Pero ya de muy pequeño me encantaba bucear con gafas y tubo en mis veranos en Lekeitio.

¿Qué sientes cuando te sumerges?

Me da paz y me hace sentir bien. Me encanta concentrarme en el momento en el que salto al agua. En el instante de entrar, de traspasar la superficie, estar en silencio, flotar, escuchar mi respiración y moverme a cámara lenta.

Crisis climática. ¿Cuál es tu visión?

Estamos cambiando la composición química de la atmósfera, de los mares y océanos. Y es muy poco inteligente, ya que es lo que hace posible la vida en el planeta. Deberíamos “blindar” la integridad del aire que respiramos y del agua que bebemos.

¿Causa principal?

Los vertidos de ingentes cantidades de gases de efecto invernadero que están provocando el calentamiento global y la contaminacion del mar con nuestras aguas residuales.

Y te preocupa…

Mucho. Es el gran problema al que nos enfrentamos en los próximos 20 años. De que lo hagamos bien o mal dependerá el futuro del hombre y de muchísimas especies.

Salvar la posidonia, ¿por qué?

Mi primera inmersión en la isla de Formentera en 1992 fue sobre una inmensa pradera de Posidonia. Me enamoró. Me fascinó. Desde ese momento no paré de observarla, disfrutarla buceando, estudiando y fotografiando.

¿Por qué es tan importante?

Porque condiciona todo lo que la rodea. Define no sólo el paisaje submarino y las especies que en él habitan, sino también la fisonomía de la costa y las características del agua.

Y has creado una app para preservarla.

Con el ánimo de aportar una solución al impacto del fondeo de anclas sobre la posidonia pensé que podía funcionar hacer una cartografía detallada de las praderas y ponerla en una app para teléfono móvil. Así nació Posidonia MAPS.

Plástico. ¿Estamos locos?

Lo hemos sobreutilizado sin control. Ahora toca reducir su uso, reciclar al máximo y buscar otros materiales que lo sustituyan. Y mientras tanto frenar su dispersión en el medio ambiente.

¿Qué especie te gustaría fotografiar?

Tengo ilusión por ver una tortuga laúd en el agua. Las he visto en las playas desovando, pero no en el mar.

¿Cómo eres en casa, fuera del agua?

Mi madre nos educó a mí y a mis hermanos a hacer de todo, a ser amos de casa y lo somos. Hago de todo y no me importa hacerlo. Planchar poco y sin embargo friego los platos.  Me relaja por el hecho de tener mi cabeza ocupada en algo tan sencillo. También hago la compra.

¿Música de fondo para esta entrevista?

Soy fan de Van Morrrison, para la entrevista pondría “Little village” y de mi hija Bego San Felix “No more”

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