The ‘Body Shop’, ‘Dove’ y la lucha contra la experimentación en animales

Contra la experimentación en animales

Si no ponemos remedio, es posible que todo el trabajo realizado en las últimas décadas para luchar contra la experimentación en animales con fines cosméticos se desvanezca. La situación es grave. Y así nos lo recuerdan The Body Shop y Dove con su última iniciativa: «End Animal Testing» (#EndAnimalTesting).

Con ella, y en colaboración con las principales organizaciones en defensa de los animales del mundo, esperan movilizar a 1 millón de ciudadanos europeos para que firmen la iniciativa que frenaría el regreso de la experimentación en animales a Europa. Ésta se prohibió en 2004 pero ahora una petición de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) podría revocarla.

Por suerte, evitarlo está en nuestras manos, tal y como nos recuerdan Dove y The Body Shop.

Para dar más fuerza al mensaje, cuentan con el apoyo de la muralista y activista internacional de Países Bajos, Nina Valkhoff, encargada de los murales que han llenado las calles de Berlín, Madrid, París y Milán con un claim claro: «Únete a nosotros para acabar con la experimentación en animales y salvar los cosméticos Cruelty Free en Europa«.

Basta una sola rúbrica para unirte y que exista «una posibilidad real de garantizar que la Unión Europea mantenga su prohibición de los ensayos en animales«, tal y como recuerda Valkhoff. ¿Te sumas a la causa?

El compromiso de Dove y The Body Shop

Estos dos gigantes de la belleza son ampliamente conocidos por su compromiso con la sociedad y con el medio ambiente. The Body Shop por ejemplo fue la primera marca de belleza mundial en luchar contra la experimentación en animales en los cosméticos ya en 1989.

Dove, por su parte, ha apoyado las prohibiciones globales para acabar con las pruebas en animales en todo el mundo y ha trabajado junto a legisladores, organizaciones y protectoras para lograr este objetivo.

Para este reto, sin embargo, necesitan más. Requieren del compromiso de todos para no volver atrás sobre el camino que empezó en 2004, que siguió en 2013, cuando se prohibió la venta en Europa de cualquier cosmético testado en animales y que pretende llegar a su fin en 2023, con una prohibición a nivel mundial. Que el ritmo pare o no, depende de nosotros.