El agua micelar de Garnier, producto estrella de la marca, será más solidario que nunca. Cada vez que alguien compre un bote de este producto, hasta el próximo 31 de septiembre, Garnier donará 0.12 euros del precio a UNICEF. El objetivo es alcanzar al menos 171.000 euros.
El importe recaudado con las ventas del agua micelar se destinará a ayudar a escolarizar a niños y niñas en países en situación de emergencia. Y se traducirá en que más de 47.000 niños puedan estar escolarizados durante un año completo. Lo que supone un total de 16 millones de días de escolarización.
El innegable derecho a la educación
El artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama el derecho a la educación como fundamental. Es más, defiende que la escolarización primaria de niños y niñas debe ser obligatoria y gratuita. Sin embargo, extender este derecho a zonas en situación de crisis o pobreza es un auténtico desafío.
Según datos de UNICEF, más de 535 millones de niños se encuentran actualmente en situación de emergencia. Y, por tanto, sin acceso a una educación. Con la campaña ‘un agua micelar=un día de escolarización’, Garnier aporta su granito de arena para abrir nuevas oportunidades de futuro a esos pequeños.
Oportunidades de futuro en zonas de crisis
Pero no es la primera vez que la marca de cosmética colabora con la ONG de la infancia. Desde 2017, ha donado ya más de 3 millones de euros para apoyar los diferentes programas educativos de Unicef. En Jordania y Yemen, por ejemplo, las aportaciones contribuyeron a proporcionar educación de calidad a más de 200.000 escolares de entre 5 y 17 años. Y en Bangladesh, 33.000 refugiados en edad escolar volvieron a sus clases. También en la India, tras las inundaciones de agosto de 2018, cerca de 30.000 niños fueron inscritos en actividades y cursos psicosociales para ayudarles a superar el estado de emergencia.
Ahora ya lo sabes. Tienes todo el verano por delante para incluir en tu neceser un agua micelar de Garnier, que, por cierto, es perfecta para limpiar la cara cuando el calor aprieta. Porque con cada bote estamos ayudando a que muchos niños para los que ir al cole es un privilegio puedan sentarse en su clase un día más.
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