La colaboración solidaria de Bioderma en Tanzania

Bioderma

Bioderma nos ha vuelto a conquistar. En esta ocasión, lo ha hecho mostrando su apoyo al proyecto solidario iniciado en el año 2008 por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y el Regional Dermatology Training Center de Moshi (Tanzania). Se trata de un precioso proyecto destinado a mejorar la vida de las personas albinas o que sufren Xeroderma Pigmentoso, una enfermedad rara que favorece la aparición del cáncer de piel.

Para cumplir con su objetivo, sendos hospitales llevan a cabo un trabajo incansable proporcionando formación en dermatología a los médicos de Tanzania y otros países cercanos y tratando aspectos como el diagnóstico del cáncer de piel y la cirugía dermatológica. Además, también facilitan el acceso a los tratamientos de las personas afectadas.

Una causa que gana aún más trascendencia si tenemos en cuenta que a día de hoy en Tanzania sólo existen tres hospitales importantes para cubrir las necesidades de toda la población (50 millones de personas) y que la principal causa de muerte de los albinos es el cáncer de piel no tratado.

Encandilada por la gran labor realizada desde Madrid y Moshi, Bioderma ha querido aportar su granito de arena haciendo entrega de fotoprotectores solares y donaciones económicas. Un pequeño gran gesto para dar más fuerza a esta admirable causa solidaria.

Más sobre Bioderma

Pionera desde la década de los 70, Bioderma siempre se ha mantenido fiel a su compromiso con la dermatología y la innovación al servicio del bienestar de la piel. Ha cumplido tan bien su misión que a día de hoy Bioderma, con sede en Lyon, está presente en más de 90 países y cuenta con más de 1.600 empleados.

Uno de sus productos estrella es su agua micelar Sensibio, la primera que se lanzó al mercado en 1991 y que limpia, desmaquilla y calma las pieles más sensibles sin irritarlas. Una pequeña gran joya que aporta una enorme sensación de frescor y que no necesita aclarado.

También te interesará

¡Suscríbete a nuestra Newsletter!

*Fotografía realizada por la fotógrafa Lara Jaén. Imagen propiedad de RDTC (Regional Dermatology Training Center)