El grupo Pierre Fabre cumple 60 años de innovación, éxito y solidaridad

Pierre Fabre 60 años

Avène, Ducray, Klorane, René Furterer… pocos saben que todas estas marcas pertenecen al Grupo Pierre Fabre, que este año cumple 60 años creando un fuerte vínculo entre medicina y botánica. De innovar con medicamentos naturales en una pequeña farmacia a convertirse en referente mundial en oncología, dermatología y dermocosmética. Analizamos su sorprendente historia.

Pierre Fabre cumple 60 años: el Grupo en cifras

En 1950, el joven farmacéutico apasionado por la botánica, Pierre Fabre lanza Cyclo 3 un venotónico a base de raíz de ruscus. El éxito fue tal que en 1962 crea su propia empresa ‘Made in France’ y ahora celebra sus 60 años repletos de éxitos e innovación. Y lo hace en la cumbre. En 2021, Pierre Fabre logró ventas de 2500 millones de euros, repartidos entre medicamentos (45 %) y productos dermocosméticos (55 %). Más del 95 % de sus productos se fabrican en Francia donde da empleo a 5300 personas (9600 a nivel mundial). Y eso no es todo. El 62 % de sus ventas provienen de productos cuyos principios activos proceden de la naturaleza. El 75 % de las plantas que utilizan se cultivan sin tratamientos fitosanitarios. El Grupo cultiva sus propias 181 hectáreas de tierras de agricultura orgánica en el Tarn. Y cada año desarrollan entre 3 y 5 nuevos principios activos orgánicos de origen vegetal o eco-extractos. Un gigante visionario que ha sabido crear el fuerte vínculo entre medicina y naturaleza tan en boga hoy en día.


El primer medicamento creado por un joven Pierre Fabre, Cyclo 3, tenía como activo principal el ruscus, un arbusto local muy efectivo para ayudar contra sus problemas de piernas cansadas y circulación sanguínea.

En 1965 Pierre Fabre crea la dermacosmética

Tras el éxito comercial de Cyclo 3, un joven Pierre Fabre, lanza el champú de camomila de klorane en una clara apuesta por la dermocosmética. Inaugura así una nueva categoría en el territorio de las farmacias que por primera vez ofrecen cuidados «desde la salud hasta la belleza». A partir de su fuerte vocación se crea una gran empresa de salud, cuidado y belleza a base de plantas. Seleccionar las más adecuadas, cultivarlas de forma respetuosa, crear laboratorios y jardines botánicos y estudiar las propiedades del agua termal de Avène-les-Bains (uno de sus grandes éxitos) son la base de su actividad. ¿El objetivo? Lanzar productos súper efectivos que se han convertido en el fondo de armario imprescindible en el neceser de toda beauty addict.

Un modelo empresarial muy humano

El Grupo Pierre Fabre es atípico. El 86 % pertenece a la Fundación, reconocida como promotora del interés público en 1999; el resto pertenece a un 8,6 % de colaboradores (a través del plan de accionariado de empleados) y un 5,4 % a autocontrol (acciones de la propia empresa). Hoy, casi 9 de cada 10 empleados son accionistas, asociados con los resultados del Grupo. Este modelo es único en Francia, ya que es la única empresa que paga el 86 % de sus dividendos al bien común. La Fundación Pierre Fabre implementa y desarrolla programas a largo plazo para proporcionar a las poblaciones más desfavorecidas un mejor acceso a los medicamentos y a los cuidados de calidad. En noviembre de 2021, la revista Forbes publicó su ranking anual de los mejores empleadores del mundo. El Grupo Pierre Fabre encabezó la clasificación, resultado de su reputación y del apego de los empleados a su empresa.

Pierre Fabre y su apuesta por la solidaridad

Han pasado ya 23 años desde que Pierre Fabre creó la Fundación que lucha por proporcionar cuidados y medicinas de calidad en los países más desfavorecidos del sur. Una Fundación que en 1999 era declarada de utilidad pública y que nació tras una experiencia vivida por el propio Pierre Fabre.

En un viaje a Nigeria, el fundador presenció cómo se distribuían medicinas falsas durante una epidemia de meningitis. Aquella fue el origen de su lucha contra las desigualdades en el acceso a los medicamentos en el sur de África. Desde entonces, su lucha no ha dejado de acumular logros. A día de hoy trabaja en más de 17 países en África, en Asia, en el Líbano, en Haití y en Madagascar. La Fundación trabaja en formar a profesionales de la medicina y la salud; tratar a personas con enfermedades desatendidas, rescatar a personas que hayan sido víctimas de crisis sanitarias, catástrofes naturales o conflictos. También ofrece seguimiento dermatológico a más de 4000 albinos. ¡Enhorabuena por estos 60 años de investigación, respeto por la naturaleza y solidaridad!