El día Mundial de los Océanos, que se celebra cada 8 de junio, nos obliga a reflexionar sobre los datos que revelan la magnitud de la contaminación. ¿Sabías, por ejemplo, que mayoría de microplásticos que invaden el agua son microfibras, que provienen de tejidos sintéticos como el poliéster o el nylon? ¿Y que proceden en su mayoría de nuestra ropa? Gracias a tecnología de análisis avanzada hoy se pueden detectar plásticos tan pequeños como 0,03 milímetros, mucho más allá de lo que se ha podido ver hasta ahora.
Durante la última edición de The Ocean Race, una de las regatas más exigentes del mundo, los equipos participantes aprovecharon el viaje para colaborar con la ciencia. Mientras navegaban por el Atlántico, el Índico, el Pacífico, el Antártico y los mares de Europa, recogieron muestras de agua para estudiar la presencia de microplásticos. Gracias a tecnología de análisis avanzada, hoy dia se pueden detectar plásticos muy pequeños, de 0,03 milímetros.
Todos los puntos analizados, incluso los más alejados de la costa, contenían partículas diminutas de plástico. Y se ha cuantificado con esta cifra 4.789 microplásticos por metro cúbico de agua. ¿Quieres saber dónde hay más contaminación? Las concentraciones más altas de contaminación en mares y océanos se encontraron:
En el Canal de la Mancha (Francia): 17.184/m³
En el Mar de Baleares: 14.970/m³
Y frente a las costas de Dinamarca: 14.457/m³
Cada vez más son más las marcas de belleza que están asumiendo un compromiso activo con la protección de los océanos, conscientes del impacto ambiental que puede generar la industria cosmética. Desde el uso de ingredientes sostenibles hasta proyectos de limpieza marina, estas firmas buscan reducir su huella ecológica. Iniciativas como la recogida de residuos en ríos, el apoyo a los proyectos de investigación, o el uso de envases reciclables son solo algunos ejemplos.
La preservación de los océanos es un eje clave en la estrategia de sostenibilidad de los laboratorios Pierre Fabre. Uno de sus focos de atención es el coral. Actualmente, el 75 % de los corales está amenazado, y se prevé que en 30 años desaparezca un 30 % de los arrecifes marinos.
En 2016, Pierre Fabre se asoció con Pur Projet para lanzar el programa PUR Corail, centrado en la restauración marina con corales en Pejarakan, Bali. Gracias a esta iniciativa, se han trasplantado 6.120 corales, plantado 15.000 manglares (ayudan a frenar la erosión costera y sirven como barrera natural ante el avance del mar) y formado a 120 personas en gestión de residuos.
Además, desde 2010, Eau Thermale Avène trabaja activamente en la creación de fórmulas solares que minimizan el impacto ambiental, especialmente en los océanos.
¿Sabías que las tortugas marinas tienden a ingerir desechos plásticos o a enredarse en ellos? Además de tener una gran distribución espacial utilizan todos los compartimentos marinos (desde el fondo a la superficie). Esta movilidad las convierte en un gran bioindicador del estado de contaminación de los mares.
La compañía francesa SVR apoya la investigación que lleva a cabo la fundación CRAM con las tortugas a las que además rehabilita para devolverlas a su hábitat. "Hay un compromiso mútuo entre nuestra compañía y CRAM porque tenemos un proyecto común (el mar) y una responsabilidad común (protegerlo)", en palabras del director General de SVR en España, Philippe Bruneau.
Este proyecto medioambiental nació hace cinco años fruto de la colaboración entre la marca cosmética Biotherm y la Fundación Ecoalf junto al apoyo del Proyecto Libera y la Asociación Paisaje Limpio. Esta iniciativa se creó con el objetivo claro de combatir la contaminación en los ríos, como estrategia clave para preservar la salud de los océanos.
Durante este tiempo y gracias al trabajo conjunto de organizaciones comprometidas con el medio ambiente, se han desarrollado acciones centradas tanto en la educación ambiental como en la intervención directa sobre el terreno, logrando recoger más de 40 toneladas de basuraleza.
Cada pequeña acción suma. Y hay gestos que cuestan bien poco:
Por supuesto, reducir el uso de plásticos de un solo uso
Optar por tejidos más naturales siempre que sea posible
Lavar la ropa con menos frecuencia y a temperaturas bajas
Usar bolsas o filtros especiales para atrapar microfibras
Recoger plástico si se cruza en nuestro camino y depositarlo en el punto de reciclaje