Biotherm es de esas marcas que más compromiso contrae con ofrecer productos de belleza sostenibles. Todo ello sin comprometer el rendimiento, la satisfacción ni los resultados. En 1994, su andadura con la sostenibilidad comenzó al utilizar biotecnología renovable para crear uno de los ingredientes patentados más conocidos de la marca, el Biotherm Plankton un activo clave presente en todas sus fórmulas.
Si, por aquel entonces, la biotecnología les permitió aprovechar su poder para obtener una alta pureza en sus productos, así como un alto rendimiento y una mayor sostenibilidad, ahora están aplicando esta experiencia biotecnológica a los envases de sus productos.
Así, en 2025, Biotherm abre camino, asociándose con Carbios (quienes han desarrollado el primer proceso de reciclaje enzimático del mundo), hacia una mayor circularidad, hacia una belleza mucho más sostenible con el lanzamiento al mercado de la primera botella bioreciclada a nivel mundial.
Y es que, según indica Charles Haddad, presidente global de Biotherm, la marca está creando “una nueva era en términos de sostenibilidad”, ya que se trata de una botella cinco veces más circular, lo que permite crear un puente entre circularidad y calidad. “Realmente forma parte del ADN de Biotherm: creamos excelentes productos para el cuidado de la piel, que ofrecen un alto rendimiento y una experiencia sensorial única, sin olvidar nuestro compromiso con la sostenibilidad”, sostiene Haddad. Tal es el compromiso de la marca que catalogan este lanzamiento como un paso importante en su historia (y en la del sector cosmético), especialmente en la creación de un envase de plástico totalmente circular para 2030.
La historia de Biotherm con Carbios, una de las mayores empresas biotecnológicas innovadoras, se remonta a 2021. Desde entonces han necesitado tres años de pruebas y ensayos para desarrollar envases de alta calidad y ampliar la escala para este lanzamiento, ya clasificado como revolucionario en el sector de la belleza. La proeza biotecnológica de Carbios se basa en utilizar enzimas presentes de forma natural en el medio ambiente para descomponer los residuos plásticos de PET y, posteriormente, reconstruirlos desde cero, convirtiéndolos en plásticos de alta calidad y grado premium, comparables a los materiales vírgenes. La diferencia: estos tienen un impacto medioambiental mucho mejor.
Sin duda, la alianza con Carbios para la incorporación de plásticos reciclados sitúa al compromiso con la sostenibilidad real como uno de los más altos valores de la marca, cuyos resultados tangibles ya se pueden observar.
A pesar de que ya existen plásticos reciclados del mercado, uno de los problemas de su fabricación es la falta de calidad, que viene dada por los procesos mecánicos. Otras de sus limitaciones son el aspecto, ya que suelen tener tonos grisáceos, y la durabilidad, pues solo se pueden reutilizar unas pocas veces. Por el contrario, el reciclaje enzimático es un material que puede navegar entre infinitas posibilidades creativas. En definitiva, envases sostenibles de alta gama, con alta calidad, que se pueden reciclar repetidamente, brillantes, transparentes o del color que se desee.
A grandes rasgos, cómo es este plástico y qué lo hace tan especial:
En palabras de Dania Blin, directora global de sostenibilidad y ciencia de Biotherm, “nos ha costado mucho esfuerzo convertir esta innovación en una realidad de producto, y este logro nos anima a seguir superándonos e ir más allá. Más allá de minimizar nuestra huella, nos comprometemos a desempeñar nuestro papel en la ampliación de nuevas soluciones sostenibles y a colaborar con socios como Carbios”. Precisamente, la marca planea ampliar progresivamente todo su catálogo a envases bioreciclados, lo que contribuirá a alcanzar su objetivo de envases de plástico totalmente circulares para 2030.
En Biotherm son Water Lovers y se dedican a la Belleza Azul. ¿Qué significa esto? Que sus productos y acciones están comprometidos con un mejor futuro para nuestros océanos desde 2012. Son eficientes en el uso del agua, seguros para el ecosistema y evolucionan constantemente para ser más respetuosos con ellos.
Waterlover Sun Mist (el protector solar que encierra esta nueva botella de plástico bioreciclado) no solo protege la piel, sino también los océanos, ya que todos sus ingredientes, incluyendo los filtros solares, han sido seleccionados por su perfil medioambiental y testados en la plataforma Ocean 5 para asegurar que no tienen un impacto negativo en la vida acuática. En pocas palabras, hablamos de una bruma solar eco-diseñada que no puede faltar en nuestros imprescindibles del verano, y mucho menos en la maleta de las vacaciones.
Además, al estar enriquecido con el anteriormente mencionado Life Plankton, de uso exclusivo de la marca, calma e hidrata tu piel mientras que ayuda a la que la piel no sufra los dañinos efectos de la radiación. Su textura es invisible y ultrahidratante, lo que permite una aplicación muy cómoda, absorbiéndose rápidamente y permitiendo un bronceado sin daño solar.