Las mujeres tenemos la menstruación durante aproximadamente 43 años. Y a lo largo de nuestra etapa fértil, podemos llegar a utilizar unos 20.000 productos menstruales, muchos de ellos tampones (el 42,6% de las mujeres los utiliza).
Si elegimos este método para absorber el flujo menstrual, podemos llegar a utilizar aproximadamente 12.000 tampones a lo largo de nuestra vida. Hasta aquí todo correcto pero lo cierto es que la calidad del tampón utilizado puede tener un impacto en nuestra salud.
Al principio dar el paso de la compresa al tampón puede resultar algo intimidatorio pero una vez probado, se convierte en "la alternativa" por mayor libertad y comodidad.
Pero también es cierto que cada vez son más las mujeres que experimentan irritación, molestias o sensación de sequedad con el uso frecuente o prolongado de tampones, especialmente en días más ligeros al principio o también, al final del ciclo menstrual. Además, en muchos casos las fibras suelen desprenderse del tampón quedando adheridas en el interior de la vagina, pudiendo provocar a la larga muchos problemas.
La clave está en que ha sido diseñado para no dejar fibras en el interior, lo que es crucial para la salud de una zona tan delicada como es la mucosa vaginal.
Por dentro... Los tampones cuentan con un velo de seguridad de algodón ecológico, que envuelve el núcleo absorbente para reducir el riesgo de desprendimiento de fibras durante el uso. Se trata de una tecnología patentada a nivel mundial. Esta innovación también ayuda a que la extracción sea más suave, lo que le permite notar la diferencia de inmediato. Tienen una punta suave y redondeada para facilitar su inserción y están fabricados con 100% algodón orgánico certificado. Los productos menstruales ecológicos suelen estar hechos de materiales más seguros para la salud, ya que están fabricados sin productos químicos dañinos ni fragancias artificiales, lo que reduce el riesgo de irritaciones y alergias, y los convierte en una opción más saludable tanto para el cuerpo como para el medio ambiente.
Por fuera...Garantizan la máxima comodidad. Es un tampón con aplicador medical grade, que está pensado y diseñado para facilitar su uso. La punta redondeada, el diseño ergonómico y el material libre de BPA facilitan una inserción cómoda.
En esta imagen vemos clara la diferencia y también lo puedes ver en este vídeo
Cottonlock, "el tampón diseñado para no dejar fibras en tu interior" (ese es su lema) se presenta en dos formatos SUPER Y REGULAR. Se vende en farmacias, parafarmacias, supermercados ecológicos y grandes superficies. Precio: 4,50 € (Pack 16 unidades)
"Desarrollar productos menstruales de buena calidad y darles un marco normativo adecuado es trabajar por la salud de las mujeres"
Hablamos con la Dra. Raquel Tulleuda sobre salud sexual y de la importancia de la investigación científica, en la industria, a nivel legislativo y regulatorio, en formación académica y en divulgación a la sociedad de algo tan importante como la salud íntima.
La salud y los derechos de las mujeres han sido históricamente marginados, y los productos menstruales son solo un ejemplo más de esta realidad.
En el caso de los productos externos, puede provocar irritación, escozor o malestar vulvar, así como empeoramiento de algunas condiciones preexistentes, como determinadas dermatosis. En el caso de los tampones, además de la irritación y el escozor, pueden producirse cambios en la microbiota que alteren el pH vaginal y favorezcan la aparición de infecciones.
Aunque no contamos con literatura científica que lo avale de forma contundente, el sentido común indica que cualquier cuerpo extraño retenido en el organismo puede provocar complicaciones. En el caso de la vagina, se trata de una cavidad tapizada por un epitelio con capacidad de absorción, lo que hace aún menos deseable que queden restos de fibras en su interior, especialmente si estas han sido tratadas químicamente.
En cuanto la usuaria tenga interés en probarlos. Las primeras veces conviene elegir tampones pequeños y usarlos en los días de máximo flujo.
La salud y los derechos de las mujeres han sido históricamente marginados, y los productos menstruales son solo un ejemplo más de esta realidad.
Muchísimo: en investigación científica, en la industria, a nivel legislativo y regulatorio, en formación académica y en divulgación a la sociedad. Al fin y al cabo, desarrollar productos menstruales de buena calidad y darles un marco normativo adecuado es trabajar por la salud de las mujeres.
Se ha hablado mucho de las toallitas limpiadoras y su impacto medioambiental pero no tanto de los productos de higiene menstrual. La mayoría de las compresas, protegeslips y tampones están fabricados con materiales no naturales y perjudiciales para nuestro medio ambiente.
Los productos COHITECH -a los que pertenece esta novedad- están fabricados con materiales naturales, ecológicos y biodegradables con un menor impacto medioambiental.
"Seguiremos aportando nuestro grano de arena para construir un mundo más justo. Para nosotros, una compresa no es solo un producto: es salud, dignidad y apoyo en momentos difíciles" explican desde Coitech reafirmando su compromiso frente a la pobreza menstrual.
La pobreza menstrual es una forma de pobreza que afecta específicamente a las mujeres que no tienen acceso adecuado a productos de higiene menstrual. Tampoco disponen de información importante sobre su uso ni acceso a instalaciones para gestionar su menstruación de forma digna, saludable y sin discriminación.
En este sentido, Coitech colabora muy activamente con el banco farmacéutico donando anualmente producto para luchar contra la pobreza menstrual.
Ejemplos de ayudas recientes
Mediante la colaboración con GAIN -ONG que ayuda a los refugiados y a los damnificados por catástrofes naturales- y con ONG First Hope Association, los productos Coitech (compresas, protegeslips y ropa interior para incontinencia) fueron distribuidos en la región de Hatay, una de las zonas más afectadas por los terremotos en Turkía.