En Belleza Solidaria apostamos por las compras solidarias, para que elijamos marcas que contribuyen a un mundo mejor. Por eso nos ha gustado esta radiografía que nos trae la empresa Circana sobre los hábitos de consumo. Nos encanta que sean estas pequeñas cosas que se detallan en este estudio las que nos hacen felices. Por nuestra parte apostamos porque cada compra sea un gesto solidario.
En medio de un mundo cada vez más incierto, marcado por conflictos, preocupaciones medioambientales y tensiones económicas, los consumidores europeos están encontrando consuelo en los pequeños placeres del día a día. Así lo recoge un estudio de la empresa Circana, que cita como ejemplos esa fragancia que eleva el ánimo, un snack reconfortante, una cena especial en casa o un juego de mesa para desconectar del móvil... son esas pequeñas cosas que nos hacen felices y que están guiando una nueva forma de consumir. El informa d Circana se titula “COME JUEGA AMA” y analiza cómo han evolucionado las decisiones de compra en sectores como la alimentación, la belleza y el entretenimiento.
Lejos de ser un simple capricho, los snacks se han convertido en aliados del bienestar. Según el informe, un 13 % de los europeos ya sustituye comidas completas por snacks, y un 28 % los combina con sus comidas principales. No es solo por comodidad: casi la mitad afirma que los consumen como una forma de cuidarse. El gasto en “comidas tipo snack” ha crecido un 4,5 % en restauración y un 9,6 % en retail, alcanzando los 64.000 millones de euros.
Muchos están optando por experiencias gastronómicas más conscientes: pedir el plato principal a domicilio y complementar con entrantes, postres o bebidas compradas en su tienda habitual. Resultado: una cena especial, más económica y sin renunciar al disfrute. En 2024, el gasto en food delivery alcanzó los 29.000 millones de euros.
El 20 % de los comensales ya pide llevarse las sobras en restaurantes. ¿Motivos? Ahorro, por supuesto, pero también sostenibilidad: otro 20 % lo ve como una forma de reducir el desperdicio, y un 19 % querría que las sobras se donaran.
No se trata de gastar más, sino de gastar mejor. Con más planificación, menos desperdicio y más conciencia”, explica Ananda Roy, vicepresidente sénior de Strategic Insights en Circana.
Ya no son solo los niños quienes juegan. El 31 % de las ventas de juguetes en Europa ya corresponde a mayores de 12 años, lo que supone un mercado de 4.600 millones de euros, el doble que hace una década. Juegos creativos, sets de construcción, peluches o cartas coleccionables despiertan emociones, nostalgia y creatividad en los adultos.
En un contexto de consumo más responsable, el 51 % de los europeos compró juguetes de segunda mano el año pasado. Además, plataformas como Temu o Shein están revolucionando el mercado: un 32 % de los consumidores compró juguetes en estos marketplaces asiáticos, cifra que sube al 58 % entre jóvenes de 18 a 34 años.
En plena era del “scroll infinito”, muchas personas buscan desconectar con juegos de mesa, puzzles o cartas. En 2024, las ventas de juegos de cartas crecieron un 12 %, y las de juegos para adultos un 22 %, alcanzando los 1.844 millones de euros en Europa.
En tiempos difíciles, el juego se convierte en un acto de autocuidado. Nos devuelve la risa, la conexión y el descanso mental”, afirma Frédérique Tutt, asesora global de la industria de juguetes en Circana
Una fragancia puede ser mucho más que un aroma: es confianza, calma, presencia. Las ventas de perfumes de lujo (más de 150 €) crecieron un 32 % en 2024, alcanzando los 653 millones de euros. Pero también crece el segmento más económico: los sprays corporales duplicaron sus ventas, mostrando que cuidarse no tiene por qué ser costoso.
Antes, el aumento en la venta de labiales indicaba épocas de crisis. Hoy, los consumidores prefieren otros productos con beneficios visibles y emocionales: hidratantes con color, fijadores, correctores o coloretes con protección solar, efecto glow o propiedades antiedad.
Fragancias y tonos inspirados en caramelos, frutas y gominolas están ganando protagonismo. Esta llamada a la nostalgia, al juego y a los sentidos transforma la rutina de belleza en un ritual emocional.
La belleza ya no es solo cuestión de estética, sino de bienestar emocional”, señala Mathilde Lion, Chief Beauty Analyst de Circana. “Hoy buscamos productos que nos hagan sentir bien, que nos conecten con nosotros mismos y nos reconforten.
Lo que antes era un lujo ahora se ve como una forma de autocuidado. Ya sea un snack saludable, una partida de cartas o un perfume especial, lo que más valoramos en estos tiempos es lo que nos hace sentir bien, aunque sea por un momento.
Este informe de Circana demuestra que las pequeñas decisiones de compra pueden tener un gran impacto en cómo nos sentimos. Porque, al final, no se trata solo de consumir, sino de vivir mejor, con más conciencia y más emoción