Las ‘Escuelas de atopia’ de la Fundación Eczema de Pierre Fabre

Su misión: ayudar a comprender y manejar la enfermedad

‘Escuelas de atopia’ de la Fundación Eczema de Pierre Fabre

¿Sientes picazón y notas la piel extremadamente seca? Es posible que tengas un eczema, una afección inflamatoria de la piel que causa síntomas como sequedad, picazón e irritación cutánea. La Fundación Eczema de Pierre contribuye, desde 2004, a mejorar la calidad de vida de estos pacientes y sus familias.

 

¿Qué causa el eczema?

 

Es probable que se deba a varios factores, como la genética, desencadenantes ambientales y problemas con el sistema inmunitario o la barrera cutánea. Entre  los factores que pueden desencadenar esta afección están:

  • Genética: Suele ser hereditario; un factor de riesgo importante es tener familiares con eczema, asma o alergias estacionales.
  • Barrera cutánea debilitada: la disfunción de la barrera cutánea puede dificultar que la piel retenga la humedad y se proteja de elementos externos como irritantes, alérgenos y microbios que pueden desencadenar en eczema.
  • Factores ambientales y alergias: El polen, la contaminación, el pelo de las mascotas o el clima extremadamente frío o seco pueden desencadenar un brote de eczema.
  • Alergias alimentarias: La intolerancia a los cacahuetes, los frutos secos, el gluten y los lácteos pueden desencadenarlo.
  • Irritantes: Los irritantes fuertes presentes en jabones, perfumes, lociones y detergentes pueden provocar brotes. La lana y otras telas ásperas o que pican pueden ser problemáticas para algunas personas con eccema. 
  • Hormonas fluctuantes: Los cambios hormonales provocados por la menstruación, el embarazo, la lactancia o la menopausia a veces pueden desencadenar brotes de eczema. 

 

Los eczemas en niños suelen desaparecer antes de la adolescencia y la edad adulta, pero algunos pacientes la sufren de adultos. En ocasiones es grave y se manifiesta en forma de placas rojas, gruesas y liquenificadas. En la dermatitis atópica crónica se producen brotes agudos con períodos de remisión. El picor es siempre intenso y afecta a la vida diaria, la moral, el sueño y las actividades del paciente.

Cuidar la piel con eczema

¿Tengo eczema? Presta atención a los síntomas

 

El eczema atópico y el eczema de contacto son los más comunes. Se concentra en las manos y la cara, especialmente los párpados, pero a veces también los grandes pliegues, y otras partes del cuerpo como abdomen o piernas. El eczema atópico también recibe el nombre de “dermatitis atópica” y sus síntomas son:

  • Piel seca o muy seca: siempre viene acompañado de una sequedad de la piel, difusa y permanente.
  • Placas rojas: durante un brote de eczema atópico pueden aparecer placas rojas en cara, cuello, manos, pliegue de los codos o detrás de las rodillas.
  • Supuración: la aparición de vesículas en las placas contribuye a las crisis de picazón. Estas se rompen y provocan una supuración antes de transformarse en costras o escamas cuando se secan.
  • Engrosamiento de la piel: debido al rascado intenso y a las recurrencias de placas en el mismo lugar, se produce un engrosamiento de la piel, conocido como liquenificación, que se mantiene por el rascado.
  • Picazón: un brote de eczema siempre va acompañado de una picazón muy importante. Esto puede llevar a trastornos importantes del sueño y una alta irritabilidad.
  • Marcas de rascado: cualquier picor lleva a rascar, lo que daña la piel. Donde se arranca la epidermis, el rascado deja marcas, llamadas excoriaciones.

 

Hay solución: a diferentes eczemas, diferentes tratamientos

 

El tratamiento para el eczema atópico suele combinar un antiinflamatorio a base de corticoides para calmar los brotes y un emoliente para hidratar y reparar la piel. El tratamiento no es el mismo si se trata de un eczema de origen atópico o provocado por una reacción alérgica de contacto. Para reducir el enrojecimiento y el picor el medicamento más común es la crema con cortisona.

Para mantener a raya el eczema atópico a largo plazo es necesario adoptar la rutina adecuada a la hora de bañarse o ducharse y conseguir hidratar la piel de forma constante y correcta. Esta fase de cuidado es tan importante como la propia crema con cortisona, pues ayuda a reparar la piel y a posponer la próxima crisis. No se puede curar la dermatitis atópica como si fuese un dolor de muelas, porque vuelve a aparecer de manera cíclica y desaparece por sí sola antes de la adolescencia.