Haptika: el proyecto ganador de los Premios Dyson 2025

Este dispositivo devolverá el sentido del tacto a las prótesis

Haptika, premio Dyson 2025

En Belleza Solidaria creemos en la empatía, la creatividad y la capacidad de transformar realidades. Dyson encarna esa visión: desde sus secadores, planchas y moldeadores que protegen el cabello con inteligencia tecnológica, hasta el respaldo a iniciativas como Haptika, que devuelven el sentido más humano del contacto a las prótesis. Te hablamos de este proyecto que ha merecido el premio nacional James Dyson Award 2025.

Perder una extremidad no solo afecta la movilidad: también implica la pérdida de una conexión esencial con el entorno. Las prótesis convencionales, aunque avanzadas, no permiten sentir lo que se toca, lo que limita la autonomía y dificulta la integración plena en la vida diaria. El dispositivo Haptika surge para devolver esa conexión. Hoy queremos hablarte del "poder de sentir" y del dipositivo Haptika diseñado por un grupo de estudiantes de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).para transformar la experiencia del usuario de prótesis.

Haptika

Así es Haptika

Su sistema portátil y no invasivo ofrece retroalimentación sensorial en tiempo real, permitiendo percibir presión, textura y movimiento. Consta de un guante con sensores en los dedos pulgar, índice y corazón, y un brazalete háptico (término que se refiere a todo lo relacionado con el sentido del tacto) que transmite vibraciones según la intensidad del agarre. A mayor presión, mayor vibración: una respuesta intuitiva que permite al usuario regular su fuerza y recuperar la confianza en sus movimientos.

El diseño del brazalete, ligero y adaptable, incluye motores de vibración ajustables, batería recargable y correa de velcro, facilitando su uso con una sola mano. Su sencillez y accesibilidad lo convierten en una herramienta de gran valor tanto para el uso diario como para la rehabilitación clínica.

Haptika y sus creadores de la UPC

Ingeniería con sensibilidad: el equipo detrás de la innovación

El proyecto nació de la pasión de Jordi Puig por la robótica: “Desde los 12 años me ha apasionado la robótica. En 2019, diseñé y construí mi primera prótesis biónica de brazo impresa en 3D”. Durante su máster conoció a Albert Lladonosa, Jung Ji Suh y Núria Aguado, quienes compartieron su visión y se unieron para convertir esa idea en realidad. “Les presenté el proyecto, se sintieron identificados con la visión, y decidimos formar equipo para desarrollar conjuntamente el diseño que tenemos actualmente, explica Jordi.

Para Núria Aguado, la motivación siempre fue humana: “Desde el primer momento, vi en este dispositivo un enorme potencial para mejorar la calidad de vida de miles de personas y me sentí profundamente motivada a aportar mis conocimientos, creatividad y esfuerzo para hacerlo realidad".
Jung Ji Suh añade: “Siempre quise desarrollar un producto que pudiera ayudar a las personas y la propuesta de Jordi llegó en el momento perfecto".
Y Albert Lladonosa destaca el valor de la colaboración en equipo: "Lo que más me inspira es ver cómo cada aportación del equipo contribuye a que este proyecto cobre vida y tenga un impacto real

Y el merecido premio a esta iniciativa

El reconocimiento del James Dyson Award 2025 supone un impulso clave para continuar con el desarrollo y la comercialización del dispositivo. “Acabamos de terminar el máster, y recibir este galardón es increíble. Queremos que Haptika llegue a quienes más lo necesitan”, afirman los creadores.

Dyson lleva años demostrando que la tecnología puede transformar el bienestar, desde sus herramientas de cuidado del cabello que protegen la salud capilar, hasta el apoyo a jóvenes ingenieros que buscan soluciones con impacto social.
La Fundación James Dyson impulsa el talento emergente a través del James Dyson Award, un certamen internacional que premia ideas capaces de cambiar vidas.

Los finalistas

En 2025, además de Haptika, los proyectos BLUST (un sistema de refrigeración autosuficiente para el transporte de muestras médicas en zonas sin electricidad) e INARI (protectores biodegradables para olivos elaborados con residuos del hueso de aceituna) fueron reconocidos como finalistas nacionales. Todos ellos comparten un mismo hilo conductor: usar el diseño y la innovación al servicio de las personas y del planeta.

El equipo ganador de la fase nacional de James Dyson Award recibe hoy el reconocimiento y la visibilidad de la institución, así como una aportación económica de 6.000 € para apoyar sus próximos pasos en el desarrollo y la comercialización de Haptika (en la imagen inferior vemos uno de los bocetos de este gran trabajo).

Haptika bocetos